En todo el país el mate junta a la gente. El rito de tomarlo está íntimamente relacionado con conversar, hacer amigos y compartir. Es una bienvenida, una muestra de afecto y de interés entre las personas participantes.
Más que una bebida sana
El mate es una infusión que no solamente es consumida por sus bondades. Sabido es que tiene numerosas características que van desde dar más energía y vitalidad, hasta ser un importante factor para lograr bajar unos kilos de más.
Pero el mate representa mucho más que eso, es un lugar que tiene la gente en común, es un fogón, un brasero, una rueda donde los hombres y mujeres se encuentran para compartir mucho más que un brebaje. El rito del mate lleva consigo tradiciones muy antiguas, las cuales hablan de una bienvenida al visitante. Ofrecer mate tiene relación con la invitación a ser uno más en torno a la conversación. Compartir mate (recipiente) y la misma bombilla también tiene un significado: “somos iguales”, es algo transversal que no hace diferencias, algo que se hace juntos.
El sociólogo de la Academia de Humanismo, Daniel Ramos, explica la importancia del mate como un elemento integrador en la sociedad, relacionando el rito de tomar mate con la calidad de vida de las personas. “El mate es una tradición que en Chile se está masificando cada día más. En la sociedad de hoy existe poco espacio para las pausas, para tomar un respiro y compartir con nuestros pares. Juntarse a tomar mate incentiva el intercambio de ideas y la reflexión, así como también tener tiempo para hacerlo deja entrever una mejor calidad de vida, esto relacionado con la posibilidad de hacerse un tiempo para esta práctica”, argumenta el profesional.
En torno a la yerba mate se conversa de lo que pasa en la casa, en la familia, en el barrio, en la ciudad o poblado. Se forjan relaciones y se fortalecen amistades.
Cada persona que toma mate asiduamente tiene su mate (recipiente). El cual cuida, limpia y adorna como gusta. Ahí prepara la infusión a su manera, por estas razones, ofrecer mate es ofrecer una parte significativa de sí mismo.
Un buen compañero
También es importante destacar al mate como compañero. Es notorio que su influencia en el “hacer comunidad” es lo importante, pero también se bebe en soledad. Acompaña cuando hace frío a los ancianos, a los jóvenes cuando estudian y a los trabajadores de la tierra temprano en la mañana. El mate además de unir también acompaña.
Respecto a los escenarios donde se toma y comparte esta popular infusión los expertos argumentan distintas influencias y distintos lugares: “Se identifican tres escenarios donde el mate está fuertemente presente en nuestro país. Primeramente en el mundo Mapuche, donde el mate es signo de bienvenida y se encuentra en la mayoría de las ceremonias sociales. El lugar específico del rito es al lado del fogón que está en el centro de la casa. Otro escenario es el campo chileno donde a media tarde la gente lo toma y lo “arregla” con algo para comer, generalmente un pedazo de pan. Este rito también es utilizado con el fin de hacer una pausa en las labores diarias y compartir junto a un brasero. Y por último, una costumbre que es más actual, en las ciudades. Ahí existen estas dos influencias anteriores y además de las que provienen de Argentina y Uruguay. Pero los chilenos lo hemos adoptado “a la chilena”, cebándolo a nuestra manera”, explica Raquel Freire, antropóloga de la Universidad de Chile.
En Chile la comunidad matera crece día a día. Miles de personas se reúnen en torno a la yerba, el mate y el fuego. Nacen historias, se unen familias y se forjan amistades. El mate junta, el mate une a las personas. Disfrútelo con nosotros.
Yo soy brasilenô…; lo mate és una de las majores pasiones de mi vida…
És una tradición milenar…
Absolutamente 🙂 Otra cosa buena que compartimos, Fabio, además del continente y la amistad. A ver si nos tomamos unos mates juntos 😉
Muchos saludos
Es una carácteristica de la ciudad, el no crearse el tiempo para compartir realmente con gente, uno vive rodeado de personas, pero el mate te hace conocer personalmente a más gente. me he hecho un par de amigos compartiendo mate y es algo muy bueno, una perfecta excusa para hablar de lo que sea. muy buen articulo
Toda la razón. Faltan instancias para compartir (o no las encontramos), pero el mate lo facilita, es una perfecta excusa como dices, José.
Muchos saludos (¿nos tomamos unos mates? 😉