Acompaña a los solitarios, a los estudiantes, a los obreros en sus jornadas y a todo quien siente necesidad de cebarlo y tomarlo. Para muchos es un rito personal que secunda las labores diarias y escolta las reflexiones.
Tiene un fuerte contenido social, es verdad. Une a la gente, la hace conversar, reunirse, compartir, reír y llorar. El mate siempre ha sido destacado por estar metido en la cultura popular y en el corazón del centro-sur de Sudamérica.
Pero no siempre cumple la función de conector social, no es siempre la excusa para compartir y reunirse, sino que también es un compañero para los que están solos o para los que eligen estar solos (que es casi lo mismo).
En la cordillera chilena los pastores ceban el mate mientras tantean el clima, mientras deciden si subir o bajar Los Andes; si quedarse en el valle o ir en busca de pastos altos cerca de la frontera con Argentina. Mientras ceba y toma lentamente su mate, el pastor medita sus movimientos y los combina con sorbos amargos del mate caliente.
“Yo siempre tomo mate para estudiar”, dice la estudiante de sicología Nicolás Pinochet. “Me ayuda, me mantiene despierta y siento que me estimula. También me gusta porque me da pausas cuando tengo que cambiar la yerba, o tengo que volver a calentar el agua, ahí aprovecho de despejarme un poco”, comenta el joven.
Hace diez años que Nicolás toma mate, pero hace cinco que es un fanático. “Comencé en reuniones, después llevando mi termo a la universidad, ahí compartía o mis amigos y amigas. Pero después le fui encontrando el gusto a tomar solo, especialmente para estudiar”, cierra.
El mate acompaña también las lecturas de muchas personas. “Casi siempre leo con un mate. Lo cebo y después me siento a recorrer un buen libro, mientras avanzo le voy dando pequeños sorbos. Es una costumbre que la copié de mi padre, él siempre leía el diario tomando mate”, comenta Rodolfo Díaz, un asiduo lector y matero.
En la oficina también el mate es un fiel compañero. El sicólogo Nicolás Soma toma dos termos diarios y dice que es su mejor amigo durante su faena. “Me despierta, me acompaña y es parte de mi rito diario. Calentar el agua, cebar el mate, cambiar la yerba. Son cosas que yo ya las tengo incorporadas, son mi rutina diaria, parte de mi vida, de mi mundo. No lo puedo cambiar, no imagino un día sin mate, creo que se me haría interminable”, concluye el profesional.
Como vemos el mate puede tener, además de la característica de ser un conector social, la función de acompañar a la gente en su rutina diaria. A los oficinistas, pastores, profesionales o estudiantes. Sirve de compañía, es parte de ritos cotidianos y personales que tiene la gente. El mate une y conecta a la gente, pero también acompaña.
Muy buena nota, reviso constantemente la página y la leo a menudo. En vacaciones anduve por el sur de chile (Osorno – Pto Montt) y me dí cuenta que es otra forma de cebar mate acá, la gente rara vez consume la yerba sola y amarga, siempre acompañada de otros componentesy azúcar, se usa mucho un jarro y no un mate en si para cebar, tampoco anda la gente por la calle con un termo, entre otras cosas. Podrían hacer una nota acerca de este tema ” mate a la chilensis”.
Hola José,
Eres chileno? Como sea, espero que hayas disfrutado en tus vacaciones en el sur. Es verdad, las costumbres cambian de un lugar a otro y cada uno disfruta del mate de manera diferente, pero en el fondo lo importante es que disfruta.
Veremos si podemos investigar y averiguar si hay costumbres que puedan definir una forma “chilensis” de tomar mate. Mientras tanto, sigue disfrutando de nuestro sitio y del mate en general!
Saludos!
Si soy Chileno, concuerdo plenamente con lo que dices no hay una “regla” que diga asi se ceba y asi no, en general cada pueblo o pais le dá la connotación que quiera, si al final de cada cebada ha sido una buena experiencia con amigos o de manera personal es válida. Lo que sí se puede destacar es que en el sur se consume mucho más que acá en la zona central, es cosa de ir a los supermercados o almacenes y ver la variedad de yerbas que ofrecen, en fin de apoco se difunde la cultura de un buen cimarrón.
A mi me pasa lo contrario, no me gusta estudiar tomando mate! prefiero llegar a mi casa despues de un día largo de estudio y clases cebo (solo) descanso pienso ordeno cosas en mi mente y luego si estudio con mi mate, el cebar pierde ese momento de reflexión y paz que siento y es superado por un momento de estrés que siento al estudiar.
Por eso al estudiar, hago mis pausas correspondientes, para tomar mate y descansar.
Saludos desde CONCE!
Yerba CURITIBANA está increíble 😉