“La última chupada del mate”: Los secretos de la yerba argentina que hoy es furor en Chile
Por Daniela Aguirre C.
Chupar yerba mate con una bombilla ya no es “marca registrada” de los argentinos.
Los chilenos -sobre lodo la juventud- ya se sumaron a esta tradición trasandina, que también es propia de la gente del sur, en el campo.
Algunos por gusto.
Otros por pose.
Hoy son muchos los que andan con su mate en la mano.
En la playa, en la oficina… algunos incluso en los carretes.
El mate está de moda. Y esta tendencia, dicen, llegó para quedarse.
Fahián Dávalos, gerente de administración de Yerba Mate Anahí, atribuye el interés por el mate a otro fenómeno social: “Esto se puso de moda, en gran parte, gracias a los reality shows”. En la TV, asegura, llevamos rato viendo a argentinos consumiendo la yerba a toda hora, y “eso podría explicar que muchas personas se motivaran a probar el mate por primera vez”.
Otro argumento para explicar la “mate-manía”, añade Dávalos, es que los chilenos, se están preocupando cada vez más por tener una vida sana: “Las personas saben que el mate es bueno, que hace bien a la salud, y por eso lo consumen (…) Y entonces los supemercados se han dado cuenta y han comenzado a comprar mucho más mate. De hecho, el fuerte de la venta está ahí”.
Este crecimiento en el interés por el mate en Chile también lo ha notado el gerente de administración de Yerba Mate Anahí: “El año 2012 cerramos con un crecimiento en las ventas de mate del 20{aa2fe1e7ff18fc9db6c2ba41c9f4eee79be0cf803f766710b55e213b1873addd}. De importar 5.500.000 kilos, se pasó a importar 6.700.000.
¿Qué tipo de mate es el que más consumirnos? El brasileño, que sólo trae hojas. El do origen argentino es mas “duro”, porque también trae palos.
Ansiedad, insomnio, taquicardia…
La nutricionista Paola González sostiene que, efectivamente, consumirlo puede beneficiar de diferentes formas al organismo: “La yerba mate contiene un aporte vitamínico imponante, es un laxante natural, estimula e hidrata, entre otras cosas”.
La profesional, sin embargo, también es enfática al advertir que “hay que ser cuidadosos” y “no consumir mate en exceso” porque “puede producir insomnio, taquicandias, ansiedad, hipertensión y gastritis”.
“Estas infusiones contienen sustancias estimulantes del sistema nervioso, por lo que no son recomendables para los más pequeños”, apunta González.
Finalmente, la nutricionista explica las razones que hay detrás de la creencia de que el mate también ayu-da a adelgazar: “Constantemente se le va agregando agua al cuerpo, y consumir grandes cantidades de líquido ayuda a mejorar los procesos metabólicos. Suele ocurrir que las personas van con más facilidad al baño. El mate es un buen inhibidor del apetito”.
En verdad el mate es marca registrada de los paraguayos de donde es originario y luego se expandió por todo el conosur, luego con la llegada del té y las enfermedades de transmisión oral se prohibió el consumo del mate en gran parte del país.
Ahora, afortunadamente se está retomando esta tradición ancestral de nuestros pueblos originarios. Saludos y un tirón de orejas para los periodistas de la segunda.
Hola Diego,
gracias por tu comentario!
Saludos!
me parece una verguenza el poco conociemiento de personas que supuestamente son profesionales , que no conozcan parte de nuestra identidad y tradiciones ,,,estoy de acuerdo contigo en el tironazo de orejas . y les dejo aca un par de articulos para que se lean los periodistas ….saludos ,….a y ojo todo muy en buena eh ….
Es interesante conocer que durante la Colonia y en los primeros decenios de vida independiente, el mate era una bebida de amplia presencia en Chile. Algunos afirman que la yerba llegó al país en 1558 junto a la expedición del gobernador Alonso de Sotomayor, incorporándose a los usos y costumbres de la época. Así, no era extraño que en el siglo XVI se tomara mate en Santiago de Chile, y a contar de la segunda mitad del siglo XVII se había transformado en la infusión más corriente. Su consumo se expandió a través de todos los estratos sociales. La “yerba del Paraguay” o “yerba de los jesuitas” —nombres comunes en la época, mientras que “mate” deriva del quechua mati, “calabaza”, debido al característico recipiente de la bebida— se tomaba varias veces al día y era el primer agasajo que se ofrecía a un extranjero, ya fuera en torno a un fogón a mitad del campo, en una ruca indígena o en un salón santiaguino.
Entonces las señoras acostumbraban tomar el mate dos veces al día, sirviéndolo en posamates de plata y en recipientes de calabaza adornados con dicho metal. En estas reuniones, la preparación solía incluir al fondo de la calabaza un terrón de azúcar, antes de colocar la yerba, y posteriormente se le agregaba zumo de naranjas, siendo la señora de la casa la primera en degustar la infusión.
Personajes de nuestra historia ligados al mate
María Graham por Sir Thomas Lawrence
La viajera, escritora e ilustradora británica María Graham (1786-1842) relata en su diario, que en nuestro país numerosas veces fue invitada a conversar acompañada por un buen mate, y comenta que para los chilenos “lo primero, en la mañana, es un mate; lo primero, después de la siesta de la tarde, es también un mate” (Graham, 1902, pág. 161), agregando que esta afición, junto con la vida campestre, son los gustos transversales de la sociedad criolla: “Para una familia chilena no hay placer mayor que un paseo a pie o a caballo al campo, un mate tomado en un jardín o en las faldas de un cerro, bajo un frondoso árbol, y todas las clases sociales parecen ser igualmente aficionadas a estos rústicos goces”
Así pues, esta saludable bebida(1) no debe ser vista como una costumbre foránea, porque forma parte destacada de nuestra propia historia y tradiciones. No en vano sigue teniendo consumidores en nuestro país —la encontrará sin dificultad en supermercados—, sobre todo en el Sur, donde nunca se abandonó esta práctica —existe incluso un monumento al mate en Coyhaique, Región de Aysén
nutranse…..saludos