Pueblos Originarios y la Yerba Mate (Parte 1)

Pueblos Originarios y la Yerba Mate (Parte 1)

El Mate ha estado presente en Sudamérica desde sus comienzos, debido a que las comunidades nativas consumían solamente productos cuya manufactura se adaptara al medio natural. La yerba mate funcionaba como una moneda de pago destacada entre comunidades, haciendo funcionar el intercambio cultural y productivo.

Los Guaraníes

Guaraní con indumentaria típica.

Le llamaban Ca’á, siendo consumida a través de distintas técnicas, englobando distintos efectos y utilidades. Este pueblo se dispersaba desde el Amazonas hasta el Río de la Plata y desde los Andes Bolivianos hasta el litoral Atlántico, siendo el mayor responsable de la propagación del mate, ya que ellos lograron domar a esta planta en medio de la selva obteniendo sus secretos y aprendiendo a cultivarlo. Hoy en día se siguen utilizando los mismos principios para el cultivo.

Los Quechuas

Mujeres quechuas compartiendo.

En tiempos de conquista, los quechuas habitaban los actuales territorios de Bolivia y Perú. Este pueblo le daba mucha trascendencia e importancia a la muerte, dándose a conocer gracias a sus sepulturas. En ellas guardaban sus objetos más preciados, y entre ellos se encontraron hojas de yerba mate, en el caso de las tumbas precolombinas de Ancón, cerca de Lima. Estas hojas datan con más de mil años de antigüedad.

Los Xetás

Tribu Xetá.

Tribu que habitaba el Sur de Brasil, en el territorio donde hoy se encuentra el departamento de Guiará, en Paraguay. Para ellos y muchas tribus era un hábito mascar hojas de yerba mate durante las largas caminatas de cacería, pero los Xetás se destacaron en la ingesta de hojas verdes de mate entre los demás. También empleaban la yerba mate para la elaboración de una bebida alcohólica llamada “kukuai”.

Como podemos apreciar, el mate ha estado presente en las raíces sudamericanas desde siempre, y nos sigue acompañando en la actualidad, gracias a toda la carga cultural que contiene. Cada comunidad, en su propia manera, le ha otorgado un uso distinto y un valor único a esta planta, guardando así un cariño que crece con el tiempo.

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