¿Que vitaminas podemos encontrar en la Yerba Mate? (Parte 2)

¿Que vitaminas podemos encontrar en la Yerba Mate? (Parte 2)

Como revisamos en la nota anterior, la yerba mate se caracteriza por ser una rica fuente de beneficios para nuestro metabolismo. El mate cuenta con una rica fuente de vitaminas, las cuales se absorben durante el día y ayudan a que nuestro organismo funcione eficientemente. A continuación revisaremos el segundo grupo de vitaminas que contiene la yerba mate, para que tengas en cuenta la próxima vez que matees y así disfrutes mientras las vitaminas te benefician!

Vitamina A

La vitamina A es un nutriente importante para el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad. También, es una rica fuente de las propiedades antioxidantes de las que hablamos anteriormente en nuestro blog.

Los antioxidantes son sustancias que protegen a las células contra los efectos de moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los alimentos y cuando se expone a distintos factores nocivos (humo, radiación, etc). Este componente ayuda a evitar el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y otras enfermedades multisistémicas.

Vitamina B2 (Riboflavina)

La riboflavina es un tipo de vitamina B y cuenta con la característica de ser hidrosoluble (se disuelve en agua), lo cual significa que no se almacena en el cuerpo exactamente, sino que se mantiene y existe dentro del agua que contiene el organismo.

Las vitaminas hidrosolubles son reservadas en pequeñas cantidades y deben ser consumidas regularmente para mantener su nivel óptimo de concentración. Cuando se consume esta vitamina en exceso, los sobrantes evacúan el cuerpo a través de la orina.

La vitamina B2 trabaja con otras vitaminas del complejo B para lograr funcionar correctamente. Este complejo es importante para el crecimiento del cuerpo, ayuda en la producción de glóbulos rojos para oxigenar la sangre y también ayuda en la obtención de energía a base de proteínas.

Vitamina E (Tocoferol)

La vitamina E o tocoferol es una vitamina liposoluble (se disuelve en aceite o grasa) y es almacenada en el cuerpo en el tejido graso y el hígado. Muchas de sus funciones están relacionadas con su acción antioxidante, de modo que ayuda a mantener el cuerpo sano y a retrasar su envejecimiento.

Este nutriente protege de la oxidación a las células de todo el organismo, especialmente a las del sistema nervioso, cardiovascular y muscular. Del mismo modo, evita la oxidación de las grasas, las proteínas y los ácidos nucleicos (ADN y ARN). Por estos motivos, es importante consumir la cantidad necesaria de esta vitamina para el desarrollo normal de nuestro organismo.

Por otro lado, la vitamina E también colabora en la formación de glóbulos rojos y la coagulación de la sangre, estimula al sistema inmunitario y su presencia es necesaria para el funcionamiento de la retina y de la fertilidad. Además, ayuda al cuerpo a utilizar la vitamina K y las células también usan la vitamina E para interactuar entre sí.

Es muy importante señalar que es indispensable que consultes con un doctor o especialista profesional sobre cómo las vitaminas y minerales te pueden afectar. Recuerda que todos somos diferentes y necesitamos ser cautelosos al momento de cuidar nuestros cuerpos. ¡La salud está primero!

 

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